¿Muebles con carcoma? Atácala

Uno de los mayores placeres para los aficionados a los muebles antiguos y a la restauración es acudir a mercadillos, ferias y desembalajes para comprar “trastos viejos” que después se transforman en preciosos muebles de estilo y maderas nobles. Uno de los problemas más habituales en este tipo de muebles es la presencia de la carcoma, ese insecto que se come la celulosa de la madera y que puede causar auténticos estragos, si no se elimina a tiempo. Erradicar la carcoma es posible; si el ataque no ha llegado a elementos estructurales de la vivienda o es demasiado intenso, lo podemos hacer nosotros mismos, con los materiales adecuados y una buena dosis de paciencia.

La carcoma es un insecto coleóptero cuyo nombre latino es Anobium punctatum. Mucha gente la llama “polilla” equivocadamente, ya que no tiene nada que ver con las polillas de la ropa. Este insecto se desplaza volando en su edad adulta; en primavera se reproduce y pone huevos en la madera. Las larvas salen y se comen la celulosa creando intrincados canales, para llegar a la edad adulta, salir al exterior y comenzar de nuevo el ciclo. Los muebles afectados por la carcoma suelen hallarse en lugares húmedos y oscuros; estos insectos no soportan la luz del sol y necesitan humedad para desarrollarse. Además, atacan preferentemente a las maderas más blandas (con más celulosa), aunque ningún mueble está a salvo de su voracidad.

La presencia de agujeritos en la madera no es, de por sí, señal de que haya carcoma activa en el mueble. Si de los agujeros se desprende un serrín redondeado, entonces sí que hay un problema de carcoma. Para atajarla, lo primero que hay que hacer es llevar al mueble a un sitio iluminado y seco, y después hacernos con un equipo consistente en un líquido desinsectante, jeringuillas de 5 cc con aguja, brocha (basta con una barata), plástico resistente, algodón y cinta de embalar. Algunos productos vienen con cánula incorporada para no tener que usar jeriguillas. En primer lugar, iremos inyectando el líquido agujero por agujero, limpiando con un trapo lo que rebose.

Se pueden marcar con tiza los agujeros inyectados para distinguir las zonas que ya hayamos tratado. Una vez terminado el mueble, hay que pintar con la brocha y el líquido las partes no vistas y sin barnizar: traseras, fondos, interiores de cajones... A continuación se embala todo el mueble con el plástico y la cinta, dejando dentro del embalaje trozos grandes de algodón embebidos en el líquido. Un mes será suficiente para conseguir la desaparición de la carcoma. Si realizamos la operación en primavera, época de reproducción, el éxito de la desinsección estará prácticamente garantizado. En el caso de que existan zonas de madera que se hayan acorchado y debilitado en exceso por el ataque de los insectos, se pueden endurecer inyectándoles resinas acrílicas (por ejemplo, Paraloid B-72, a la venta en comercios especializados en materiales de restauración) o productos endurecedores.

Imágenes: Alesbury, Xilema, Chinese Antiques Warehouse