Cuadros, un estampado de toda la vida

Los cuadros son uno de esos estampados que nunca pasan de moda, cada temporada se reinventan, cambian de disposición, de forma, de trama, de color… y vuelven a sorprendernos. En este caso visten un dormitorio que destaca por la sencillez, y al mismo tiempo por la originalidad de sus formas.

Destaca la original forma de separar el dormitorio de la estancia contígua, gracias a un biombo de hilos y una barra de colgar la ropa, que sustituye al armario ropero, y hace las funciones de separador de ambientes.

El dormitorio se ha vestido en tonos verdes y marrones, a los que el blanco de las sabanas y de los cojines se encarga de aportar un poco de luz. Sobre la mesilla encontramos unos simpáticos adornos de madera que además de decorar sirven para depositar collares y pulseras.

En lugar de lámparas de apoyo, se ha optado por situar unas lámparas colgantes justo encima de las mesillas, y se ha prescindido del cabecero, para dar protagonismo al friso de madera que decora la pared principal, de madera oscura.

Para la confección de los cojines y la ropa de cama, se han combinado diferentes estampados de cuadros, con otros lisos y algunas grecas. A partir de ahí, se ha vestido la cama y sobre ella se han colocado un buen número de cojines que hacen que el dormitorio transmita una agradable sensación vaporosa y envolvente.

Para muestra de la importancia que tienen los tejidos en decoración, y especialmente en el dormitorio, esta foto en la que vemos la ropa colgada de esa barra que hace función de armario. Aún tratándose de prendas de vestir, que normalmente no tenemos a la vista, en este caso contribuyen a dar calidez y personalidad al espacio.