Hace años que quedaron atrás los inodoros con cisterna suspendida, que nos dejaron para siempre la expresión "tirar de la cadena"… Ahora los nuevos diseños para el cuarto de baño están a punto de jubilar también a los inodoros con cisterna adosada. Si quieres un salón de baño moderno, decídete por la cisterna empotrada: sus precios son razonables, ocupan menos espacio y, por si tenías dudas, las averías se solucionan sin picar el tabique…
El cuarto de baño ha pasado a tener en las casas un papel muy relevante con el paso de los años. Si antaño se le reservaba el peor espacio de la casa, ahora se intenta que el número de cuartos de baño iguale casi al de dormitorios y además ha mejorado mucho su espacio, diseño y prestaciones. Por eso si estás planificando una nueva casa o una reforma, seguro que estás pensando en que tu cuarto de baño disponga de un moderno inodoro (quizá suspendido) con cisterna empotrada. ¿Acertamos…?
No puede haber mejor elección si estás buscando un baño funcional a la par que bonito. Aunque las cisternas empotradas pueden acompañar a cualquier tipo de inodoro, con pie o sin él, lo cierto es que los modelos suspendidos resultan a la larga mucho más limpios que los de pedestal, ya que no hay que sellarlos al suelo con uniones de masilla que acaban ensuciándose inexorablemente…
Por su parte, las cisternas empotradas apenas ocupan espacio (unos 10 cm), lejos de lo que se pueda pensar. Existen modelos que ocupan entre 8 y 12 cm de profundidad, por lo que restan muy poco espacio al cuarto de baño. Incluso se puede aprovechar para levantar un murete de obra o de yeso laminado y crear más de un ambiente. La ventaja añadida es que este tipo de separaciones entre zona de ducha e inodoro hace que los cuartos de baño parezcan más grandes, ya que no es posible abarcar toda la estancia de un solo vistazo…
Lo único que se aprecia de la cisterna empotrada, una vez encajada en el tabique, es el pulsador, ya que la superficie se alicata como el resto del cuarto de baño. Para casos en que no es posible empotrar la cisterna, existen modelos que dejan a la vista una gran placa frontal plana de cristal de apenas unos centímetros de grosor, muy decorativa, que es una solución intermedia entre la clásica gran cisterna de loza y la cisterna oculta (ideal la negra de Geberit Monolith).
Eso sí, hay que contar con que se perderá un espacio de unos 12 cm con el nuevo tabique, aunque siempre se puede aprovechar para levantarlo a media pared y dejar encima un espacio a modo de repisa. Las cisternas empotradas, pese a su escaso grosor, almacenan hasta 9 litros de agua, razón por la cual se suele montar algún tipo de aislante entre ella y el nuevo tabique que evite las condensaciones de agua.
¿Cómo se realiza el mantenimiento habitual?
Otra de las dudas comunes de los que se interesan por instalar en su cuarto de baño una de estas cisternas empotradas tiene que ver con las posibles averías. Duda sin fundamento, porque su mecanismo está preparado para acceder a los principales resortes de funcionamiento justo detrás del pulsador. Así ocurre con los modelos de Geberit, uno de los principales fabricantes de este tipo de equipos. La verdad es que saber este extremo ofrece mucha tranquilidad, pues a nadie le apetece pensar en picar el alicatado de su flamante cuarto de baño si la cisterna tiene, por ejemplo, una avería tan habitual como soltar una descarga y no parar…
Precios de las cisternas empotradas
Las cisternas son diferentes si hablamos de un inodoro de suelo o de uno suspendido. Los precios también: una cisterna empotrada para inodorso al suelo sale por unos 116 €, mientras que un bastidor con cisterna empotrada para inodoro suspendido cuesta de 190 € a 265 € aproximadamente.
Los pulsadores para estos modelos parten de 44 € los más sencillos en color blanco hasta los 122 € que cuesta, por ejemplo, el pulsador cromado mate de Geberit, gama Tango. También hay pulsadores con prestaciones extras, como un extractor de olores incorporado… Su precio, como sospechabas, se incrementa bastante: de 308 € a 450 €.
En definitiva, se trata de una elección menos económica que un inodoro de gama media con cisterna, que puede estar en torno a los 150-200 €, pero eso sí, mucho más estética, por lo que la recomiendo absolutamente si estás realizando una reforma en profundidad y te apetece crear un cuarto de baño especial que no sólo sirva para el aseo diario sino también para cuidarse y relajarse.
Fotografías: Geberit
Más artículos de: Informes
Publicado el: 23-05-2012 | Autor: María Tebar