La instalación de tarimas de exterior ha dado un vuelco espectacular a partir del lanzamiento de sistemas fáciles de fijación y materiales que lo resisten todo. Si en tu casa dispones de espacio al aire libre, por un mínimo desembolso puedes instalar tú mismo una terraza de madera en la que situar tu comedor de verano, poner unas cómodas tumbonas o hacerte tu espacio chill-out. ¿Suena bien? Pues ¡adelante…!
Montar tarimas de madera al aire libre tiene innumerables ventajas respecto a solar con gres: estos suelos son cómodos y limpios de instalar, y evitan las sucias y complicadas tareas de albañilería.
Además, los inconvenientes de la tarima de exterior se han resuelto con la fabricación de materiales que incorporan tratamientos antihumedad y otros hechos a base de resinas y madera mezcladas. Con estos productos, la necesidad de mantenimiento es nula.
En primer lugar, necesitas verificar que el terreno está bien nivelado, observar que hay un buen drenaje y facilitar una pendiente del 1 por ciento para poder evacuar el agua de lluvia.. Vamos a utilizar para la instalación el kit de fijación de Wolfcraft, conocido por su calidad alemana.
NIVELAR BIEN LA BASE
- Si el terreno ya está solado y cumple las condiciones citadas, sólo necesitas crear un espacio libre entre el suelo y la subestructura de la tarima con las almohadillas de apoyo de Wolfcraft para evitar la acumulación de humedad y la putrefacción de la madera. A continuación tiende las vigas transversales (subestructura) separadas entre sí unos 50 o 60 cm.
- Si es tierra nivelada, entonces tiende gravilla en la superficie, espárcela con un rastrillo y verifica con un tendel (cordel tensado) en diagonal la altura que tendrá la terraza (verifica que no sobrepase el nivel de la puerta de salida, por ejemplo). Emplea como soporte para las vigas de la subestructura unas losetas de barro cocido o adoquines separados entre sí unos 60 cm y sitúa entre estas piedras y las vigas de abajo las almohadillas de apoyo.
- Si el terreno es muy desigual, necesitas encofrar: prepara un bastidor que rodee el área de la terraza, rellena de gravilla de calibre 16 mm y establecer la altura con un tendel. Esparce bien la gravilla y calcula que la terraza no vaya a sobresalir ni a quedar hundida respecto al bastidor.
SISTEMAS DE FIJACIÓN
- Atornillado invisible. Es igual de sencillo que el que queda a la vista: el único misterio está en usar un kit adecuado de herramientas. En concreto, la herramienta de Woolcraft está recomendada para tarimas con piezas desde 90 has 150 mm de ancho.
- Introduce el ensamble en la guía de taladrado teniendo en cuenta la medida de la tarima.
- Fija cada ensamble en la tabla vuelta del revés y ajusta con la taladradora los tornillos Torx de acero inoxidable (vienen en el kit).
- La distancia entre ensambles debe fijarse en 60 cm coincidiendo con el paso de la viga transversal que va por debajo.
- Da la vuelta a la tabla y atornilla a las vigas de abajo.
- Atornilla a cada uno de los puntos de ensamblaje a lo largo de la tabla.
- Atornillado a la vista. Aquí los tornillos se ven, pero el sistema es más. Se utiliza un kit de Wolfcraft diferente.
- Sitúa los listones distanciadores (las piezas largas en zig-zag) sobre las vigas inferiores. Su función es proteger la madera.
- Mide el punto exacto en que debe ir cada tornillo según donde estén los listones distanciadores (las pequeñas piezas verdes) y posiciona el soporte móvil (la herramientra negra y verde de la foto) paralelo al listón distanciador de debajo. Taladra en el punto exacto. Para alinear bien la tarima se puede usar también un sargento de montaje de la marca.
- Atornilla con ayuda del portapuntas magnético (se trata de un modelo especial que permite ver la punta del tornillo y ajustar bien la profundidad de atornillado).
¡Voilà! Terraza montada en uno o dos días, lista para acoger tus reuniones y tu descanso en verano.
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Categorías: Terraza y jardín
Publicado el: 30-06-2011 | Autor: María Tebar