Las opciones para cuidarse en casa se han multiplicado. Ahora muchos pequeños electrodomésticos permiten que contribuyamos, desde la comodidad de nuestra casa, a la salud y el bienestar personales. Almohadillas y mantas eléctricas, tensiómetros, lámparas de infrarrojos, saunas y masajes para los pies nos permiten mejorar muchas dolencias sin acudir a un centro sanitario.
Los cuidados que nos dispensamos en casa sirven a menudo de terapia para controlar o mejorar muchas dolencias. Tal es el caso de las almohadillas y mantas eléctricas, que alivian las contracturas, o de los rayos infrarrojos, que reducen los dolores en las articulaciones. Los tensiómetros han experimentado también una fuerte demanda a medida que la población ha incrementado su esperanza de vida.
Los fabricantes tienen un nicho de mercado en la salud y el bienestar personales. Y lo están explotando lanzando al mercado equipamientos que antes eran sólo de uso sanitario. Ahora han pasado al campo terapéutico doméstico y están al alcance de cualquiera.
Almohadillas, calientacamas y mantas eléctricas
Las almohadillas eléctricas suelen llevar un número variables de niveles de temperatura (normalmente 4) y una funda lavable. Los últimos modelos incorporan pantalla LED, selector de tiempo y temperatura, y tiempos programables. También incorporan desconexión o paro automático si lleva funcionando demasiado tiempo. En el mercado hay modelos que se adaptan al cuello o a la espalda de forma envolvente, gracias a su diseño ergonómico. Una novedad son las almohadillas con acumuladores, que permiten 2 horas de funcionamiento sin cable. También las hay que incorporan dos bolsitas de hierbas aromáticas, para practicar la aromaterapia al mismo tiempo. Un modelo de Beurer permite la aplicación de campos magnéticos (46 €)…
Los calientacamas y mantas eléctricas están diseñados para situarlos sobre el colchón. Ofrecen un tipo de calor ascendente muy agradable. La desconexión se produce automáticamente a las 12 horas de uso continuado. Los últimos modelos permiten retirar la conexión para que puedan lavarse.
Precios. Las almohadillas eléctricas se sitúan entre los 20 € y los 40 €; los modelos ergonómicos más sofisticados, de 65 a 70 €. Los calientacamas tienen precios en torno a los 45 € los modelos más económicos, y unos 100 € los más completos. Las mantas eléctricas cuestan 75- 90 €.
Lámparas de rayos infrarrojos y masajeadores con infrarrojos
El infrarrojo constituye una parte del espectro de la radiación de la luz solar. Son rayos de onda corta, que además de calentar la piel, penetran en las capas de tejido y en los músculos de forma profunda, mejorando la circulación de la sangre, eliminando los residuos metabólicos y relajando los tejidos.
Las lámparas de rayos infrarrojos son equipos usados por los fisioterapeutas para aliviar los dolores musculares y de las articulaciones. En casa resultan ideales para mejorar esguinces, lumbago, reumatismo, dolor por extracciones dentales, e incluso para mejorar la efectividad de tratamientos de belleza (en ese caso bastan 5 minutos de aplicación después de extender la crema y efectuar un ligero masaje). Un uso correcto hace que su efecto suave sea acumulativo y se vaya notando poco a poco.
Aunque los equipos domésticos están garantizados, hay que tener ciertas precauciones, que suelen especificar las instrucciones de uso. No se debe hacer un uso continuado de ellos, sino aplicarlos un máximo de 15 minutos dos veces al día, y a una distancia de 30 cm, ya que pueden provocar quemaduras y lesiones en la piel. Si se utilizan en la cara, hay que ponerse una protección ocular de las más altas (gafas para sol intenso, como las de esquí).
Una variedad de infrarrojos la constituyen los aparatos masajeadores con diferentes accesorios de goma, que permiten efectuar suaves masajes estimulantes al tiempo que el cuerpo se beneficia de la acción de los rayos. Producen un efecto calmante que elimina la tensión y combate el estrés.
Precios. Las lámparas de rayos infrarrojos cuestan entre 25 € y 30 €. Los masajeadores con infrarrojos, de 25 € los modelos sencillos de Beurer a 50 € el bastón de masaje del mismo fabricante con función golpeteo+infrarrojos.
Tensiómetros
Los tensiómetros han pasado a ser una rutina más para muchas personas que padecen hipertensión. Son equipos de una precisión variable, por lo que médicos y enfermeras recomiendan llevarlos a la consulta para comprobar su exactitud. Los hay de brazo y de muñeca.
Los tensiómetros de muñeca permiten una medición plenamente independiente de la temperatura. Incorporan una pantalla LED y diferentes programas para registrar los valores mediante la incorporación de la fecha. Algunos también incorporan voz programable en diferentes idiomas para leer la medición y control de arritmias. Los medidores de brazo son considerados más exactos por el personal sanitario, aunque lo mejor siempre es realizar la comprobación en la consulta o en la farmacia de vez en cuando. Básicamente llevan las mismas funciones que los de muñeca. Antes de comprar uno, conviene solicitar el consejo del personal sanitario o de un farmacéutico de confianza.
Precios: los tensiómetros de muñeca están entre los 25 € y los 40 €; los de brazo suben a 50-65 €.
Hidromasajes para pies
Son equipos sencillos que incorporan varias funciones en el mismo aparato: infrarrojos, burbujas y vibración, rodillo… Pueden ser una buena opción para personas que sufren a menudo de dolor de pies, aunque lo cierto es que ocupan bastante espacio y requieren disponer de cierto tiempo para ponerlos en funcionamiento, aplicar el masaje, además de un lugar adecuado para tenerlos fijos, preferiblemente el cuarto de baño. Algunos disponen de calentamiento de agua, mientras que otros no.
Precios: los hidromasajes de pies tienen precios desde 35 a 75 €.
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Categorías: Electrónica de consumo
Publicado el: 14-03-2012 | Autor: María Tebar