Los lofts y las casas de aspecto industrial son una de las tendencias más singulares en el diseño de interiores de los últimos años. Son viviendas urbanas muy atractivas. Con unos acabados adecuados y algunas soluciones fáciles puedes conseguir tú también ese toque loft en la decoración de tu casa. Si tienes pensado emprender una reforma, mucho mejor porque tienes la posibilidad de tirar tabiques y “abrir” los espacios. Aquí tienes los conceptos básicos de estas sofisticadas viviendas con un toque industrial , los tipos de materiales que se emplean y mucha inspiración…
Los lofts son básicamente espacios diáfanos con mucha luz en los que los diferentes ambientes no están separados por tabiques, sino por otros recursos, a veces simplemente visuales. Nacieron en las grandes ciudades como respuesta a la falta de espacio y a los elevados precios de los alquileres de apartamentos y estudios, en zonas céntricas de la ciudad con naves industriales y talleres que se iban o cerrando o mudándose hacia las afueras. Seguro que te has fijado en las películas en los lofts de los barrios de Tribeca y el Soho en Nueva York, donde los artistas fijaban su residencia y estudio al mismo tiempo.
El diseño interior de los lofts o viviendas de estilo industrial se caracteriza por una sensación de continuidad en el espacio que se logra gracias a la ausencia de tabiques y puertas y a la escasez de mobiliario. Las paredes son sencillas y en algunos casos imitan una terminación inacabada (ladrillo, hormigón …) que se consigue a base de paneles y plaquetas decorativas (Revestimur, Panelpiedra…).
Los muros se sustituyen por otro tipo de elementos que realizan la función de dividir como son los muebles (librerías, sofás que no se colocan junto a las paredes…), paneles de metacrilato, muretes de pavés, láminas de cristal al ácido… O se crean divisiones ópticas mediante cambios de nivel o en el color o textura de las paredes. Las puertas desaparecen o, en todo caso, se utilizan puertas embutidas, de diseños ligeros o del mismo color de las paredes (como las de Krona). Las puertas correderas de cristal con herrajes vistos (como las de Casali) también quedan perfectas.
También sirven para separar ambientes las columnas de homigón, madera o acero, que “arropan” los espacios abiertos. Los muebles que decoran estos espacios son, en general, escasos y de tipo funcional, en colores lisos, a menudo con sofás de piel o algunas pieza de diseño.
Los techos altos, si se puede elegir, que permitan incluso hacer una entreplanta en algún rincón de la estancia para dormir, estudiar, etc., quedan perfectos. Si no, se intenta crear la sensación de altura mediante la decoración. Se pueden colocar falsas vigas (como las de Decosa) o trabes de metal o de obra que simulen un espacio industrial, y también falsos techos.
En los suelos, los pavimentos continuos tipo cemento pulido o microcementos, los rectificados porcelánicos sin apenas juntas y en color pizarra u óxido son un plus en este tipo de espacios. También se utilizan las losetas de caucho. Los rodapiés de aluminio o de acero inoxidable (como los de eMac) aportan una estética limpia y fabril.
En viviendas de dos plantas, la primera vuela sobre una parte tan sólo de la planta baja en un mismo espacio abierto y los peldaños de la escalera parecen suspendidos individualmente de la pared.
Fotografías: Panelpiedra, Listone Giordano
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Publicado el: 17-08-2011 | Autor: María Tebar