Decorar ventanas con tatuajes

El mundo del tattoo ha llegado a la decoración de paredes a través de los vinilos adhesivos. Pues bien, ahora también es posible tatuar las ventanas con técnicas y pinturas que te permiten personalizar los espacios de forma muy agradable y entretenida. Aprender es cosa de niños.

Esta técnica tiene múltiples aplicaciones: permite desviar la atención de ventanas que dan a patios interiores u otros espacios que no nos gustan, modernizar espejos o dar otro aire a las puertas con vidriera de la casa. Cualquier superficie de cristal es susceptible de ser decorada con estos “tatuajes” y lo cierto es que resultan muy atractivos…

Para ponerte manos a la obra necesitas pinturas para cristal con base agua (tipo Fun and Fancy o Glass Tattoo de Marabu Creative o marcas similares), que encuentras en tiendas de manualidades. Estas pinturas resisten bien el calor y la luz, sin perder su luminosidad y tienen una textura ligeramente gelatinosa, que es la que les confiere su elasticidad y hace que no goteen al pintar.

Básicamente hay dos técnicas. La primera consiste en calcar sobre una superficie de plástico (un acetato o funda de dossier) una figura de trazos sencillos que hayas situado debajo. Con las pinturas que vienen en botes con una cánula muy fina, siluetea la figura (normalmente en un tono plomizo) ; luego colorea los espacios centrales de la figura. Deja secar al menos 12 horas en una superficie plana, y ya puedes despegar tu tattoo para colocarlo sobre una ventana, espejo, etc. Con esta técnica quedan ideales los motivos infantiles y un poco naïf.

La otra técnica te permite hacer decoraciones de apariencia más sofisticada, aunque igual de fáciles de hacer. En este caso se utilizan plantillas de acetarto y unos botes de pintura de boca ancha porque se introduce en ellos un pincel de estarcir, una espátula o un tampón plano, que son los accesorios necesarios.

Si alguna vez has hecho estarcidos sobre la pared, ya tienes el nivel de iniciación superado… Toma la plantilla y decide dónde situar el motivo o, si es una greca, calcula cuántas veces te cabe, para centrarla.

Pulveriza una capa de adhesivo en spray sobre la cara de la plantilla que vas a fijar al cristal. Deja reposar 10 minutos antes de pegarla. O bien, fija la plantilla sobre el cristal con cinta de carrocero.

Pega la plantilla a la ventana.

Aplica la pintura escogida con el accesorio que desees. Puedes hacer efectos aplicando más pintura en unos sitios que en otros, o bien unificarla. Con rodillo de espuma o pincel para estarcir (de cerdas en forma de borla plana) se consigue un efecto esmerilado.

No dejes secar: retira inmediatamente la plantilla. La pintura estará fresca, pero no se estropeará. Aclara la plantilla y las herramientas con agua.

Si te cansas…

La ventaja de esta decoraciones es su versatilidad. Si en algún momento te cansas de los tatuajes de ventana, los puedes quitar; no tienes más que estirar de ellos si están hecho con las pinturas de imitación plomo, o rascar con una rasqueta de vitrocerámica en el caso de las otras, humedeciendo previamente con un paño húmedo.