Mantenimiento de muebles de descanso

Disponer de una cama, un sofá  y unas sillas cómodas y en buen estado en casa es vital para el descanso. Nada hay cómo volver a casa después de un duro día y poder relajarse en cualquiera de los asientos dedicados al reposo. También es conveniente mantener en buen estado las sillas que utilizamos para las actividades estáticas como comer, estudiar y pasar el tiempo ante el ordenador u otras actividades. 

Por eso es vital saber detectar cuándo los necesitan mantenimiento o ser renovados. A menudo merece la pena darles una segunda oportunidad, especialmente si son de calidad, retapizándolos o encolando las partes que se han despegado.

Imagen Muebles para el reposo, en buen estado; camas, sofás, silla

El colchón y la cama

Canapés, estructuras de cama  y somieres bajo el colchón necesitan una sencilla revisión. Es difícil que los canapés se estropeen, salvo los abatibles con espacio de almacenaje, en los que se puede desplazar la tapa (oberva el tipo de bisagra y actúa). Las estructuras de cama pueden llegar a desencolarse, lo que detectado a tiempo tiene fácil solución con cola y sargentos. En los somieres hay que vigilar el buen estado de las lamas.

Los colchones sí necesitan ser cambiados sin excusas como máximo cada diez años, pero antes de ese momento es conveniente ir girándolos y cambiándolos de posición cada temporada . Esa es la razón por la que algunos de muelles incorporan cara de invierno y cara de verano, siendo la diferencia que la última capa es lana, en el primer caso, y algodón en el segundo.  Además de ofrecer mayo confort  térmico, es una fórmula para voltear los colchones y que duren más tiempo. Conviene además voltear en diferentes direcciones, de forma que lo que antes eran los pies sea ahora el cabecero, etc.

Límpialos a menudo con la aspiradora y ponles una funda que puedas lavar.

El sofá

Los sofás de buena calidad son muy sufridos y duran muchos años. Tenlo en cuenta al comprar uno.  Intéresate en la tienda  por el tipo de estructura (mejor madera), el tejido y la forma de desenfundarlo y por la densidad de la gomaespuma o el tipo de pluma, etc. Piensa en foam para los asientos y mezcla de pluma para los respaldos, ya que la pluma en los asientos tiende a compactarse y exige estar dándoles forma cada día.

Es fácil detectar cuando un sofá requiere revisión. Un problema común es que los brazos se salgan de su sitio cuando nos sentamos encima o que se desplace el mullido de los reposabrazos compactos. Si el sofá es desenfundable, puedes resolver ambos problemas con una pistola de grapas.

Cuando los asientos comienzan a hundirse, llega la hora del cambio. A las piezas muy baratas ese momento les puede llegar demasiado pronto... Párate  a pensar  si merece la pena reinvertir en que te lo arreglen…

Las tapicerías desenfundables de tejido lavable se pueden limpiar en un lavado en frío con poco centrifugado a 600 r.p.m máximo y añadiendo al detergente un poco de amoniaco… ¡Quedan perfectas de color, sin manchas y desinfectadas!

Las sillas

Suelen sufrir dos tipos de problemas: que se desencolen  o que se vuelvan duras e incómodas. En ambos casos, la solución es fácil y la puedes abordar tú mismo.  Para encolarlas necesitas cola blanca, unos sargentos para sujetas las piezas sueltas y quizá alguna espiga que se haya soltado. Nada que no pueda solucionar el manitas de la casa. Si se ha roto o astillado alguna pieza, como la cruceta de las sillas sencillas puedes utilizar algún producto tipo barrita arreglatodo de Pattex.

El tapizado sencillo de sillas precisa retirar el relleno que hay y reponerlo.  Aprovecha ya para cambiar los tejjidos, y sujeta todo con una pistola de grapas.  Si el asiento es de doble relleno con muelles,  como el de algunos sillones clásicos, mejor dejárselo a un profesional.

Pasa de vez en cuando un paño ligeramente humedecido en una solución de agua y amoniaco.

Fotografías: Asda Homeware

Más artículos de: Hogar Sano

Publicado el: 15-08-2011 | Autor: María Tebar

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