Es cierto que tomar el sol no es una de las actividades que más gusten a los niños, ya que requiere estarse quieto, sentado o tumbado, y eso suele ser “incompatible” con la niñez, pero en algún momento seguro que también les apetece sentarse, para merendar, leer un comic…
En el mercado encontraremos tumbonas especialmente diseñadas para ellos. En la mayor parte de los casos se trata de réplicas exactas de las tumbonas para mayores echan a una escala un poco más pequeña.
En estos casos las tapicerías juegan un papel fundamental, al vestirse de lunares, estampados marineros o colores atrevidos que encantan a los niños.
Fotografías: Potterybarn