Las prisas de nuestro día a día hacen que poco tiempo podamos dedicarle al momento del baño. Pasamos cada mañana por la ducha sin tiempo de recrearnos y de dedicarnos unos minutos de relax más allá de los puramente necesarios para despejarnos y cargar la energía necesaria.
Pero la hora en la que regresamos del trabajo, al momento previo a irnos a dormir, un ratito del fin de semana… cualquiera de estos momentos son el tiempo ideal para tomar un baño de espuma, poner música suave y desconectar del exterior del mundo para conectar con nosotros mismos.
Y para esto no necesitas nada más que un bañera, una toalla suave, un jabón aromático y la seguridad de que nadie te molestará durante al menso media hora. Saldrás de tu momento de baño completamente recuperado del cansancio y el estrés de la jornada.
Fotografías: Ikea