Las cortinas y estores en las ventanas pueden convertirse en un peligro oculto para los niños. Te decimos cómo evitarlo y cuáles son las mejores opciones para las casas donde hay pequeños…
Una ventana abierta y una silla o mueble debajo son un peligro bien conocido para los más pequeños de la casa que comienzan a gatear, trepar y andar… Pero por si eso fuera poco, los estores y las cortinas son otro de los cinco grandes peligros que hay en las casas por número de accidentes infantiles. Los estores, visillos y cortinas son la causa de una muerte mensual en Estados Unidos y dos anuales en el Reino Unido entre niños de 7 meses a 10 años. El peligro es más acuciante cuando se trata de niños de 16 meses a 36 meses, especialmente en niños en torno a los dos años.
El peligro se encuentra en dos puntos básicamente: barras y rieles más fijados a la pared o el techo, y cordones que cuelgan de los estores y visillos, tanto de los que se encuentran en un extremo de la ventana como de los que mantienen los tejidos recogidos arriba… Por un lado, los niños tiran de los tejidos de las cortinas y pueden poner a prueba una barra mal anclada. Por otro lado, los pequeños juegan con los cordones, se enrollan con ellos, y pueden terminar colgándose de ellos por el cuello en el peor de los casos.
A veces se trata de niños que aún ni gatean ni andan, pero que están dentro de uno de los llamados “parques” infantiles, junto a una ventana.
Cómo evitarlo…
Conviene evitar también juguetes y dispositivos eléctricos en las habitaciones infantiles cuyos cables tengan una longitud superior a 30 cm. Hay que ser especialmente cuidadosos con lámparas de noche, radios, monitores acústicos para oír al niño, etc.
Fotografías: Consumer products
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Publicado el: 15-09-2014 | Autor: María Tebar