Esos son los tres elementos principales de esta cocina. Una áspera piedra de color gris antracita viste las superficies de trabajo, la encimera, y se presenta en perfecta consonancia con los materiales presentes en el entorno, las paredes y el suelo.
Una gruesa tabla volada fabricada en madera hace las veces de barra de desayunos, y confiere a la cocina un aspecto cálido y acogedor que acerca la cocina al ambiente hogareño que suele dominar este espacio.
Al otro lado de esta pieza encontramos dos taburetes de madera pintados en un intenso tono mostaza, uno de los colores tendencia del otoño. Su diseño, completamente cuadrado, está en perfecta armonía con el diseño global de la cocina.
El aspecto general es el de una cocina industrial, un estilo potenciado por el tipo de ventanas, aunque contrarestado por el diseño y el uso de materiales tradicionales.